En el siglo XIX, cuando la gordura se consideraba más atractiva que la delgadez, también existía la anorexia, lo que demuestra que la moda actual no es la única culpable de su existencia.
Lo primero de todo es distinguir la anorexia de la anorexia nerviosa. Ésta última está relacionada con comportamientos compulsivos que se extienden más allá de la alimentación, y es una enfermedad nerviosa. Las causas de la anorexia, en cambio, son, y cito textualmente a
Reverte: “ […] o que, en ausencia de buenez, eso les da atractivo y las asemeja a la gente que la tele y el cine y las revista nos meten por los morros “.
Los anoréxicos nerviosos segregan mucha serotonina (neurotransmisor), por lo que viven continuamente en un estado de gran excitación. Ésta es la causa de que no coman, ya que al hacerlo, ingieren un aminoácido llamado triptófano, precursor de la serotonina, que estimula el sistema nervioso. Así, al no comer, se sienten más relajados y tienen sensación de bienestar. Es por todo esto por lo que tienen miedo a la comida, que la asocian, correctamente, con un estado de mayor nerviosismo.